Fue condenado en 1993 a 20 años de prisión por un delito contra la salud pública, en 2004 por el mismo delito a 16 años y 10 meses y en 2019 por blanqueo
El "vis a vis" no se ha producido todavía porque el recluso tiene que aportar un informe veterinario en el que se certifique que el perro va a ser sacrificado
El tribunal aplica la atenuante de drogadicción pues "considera que el acusado tiene el hábito de consumo de sustancias estupefacientes como la cocaína"