Los aviones tocaron el cielo de Cádiz desde la playa de La Victoria

El II Festival Aéreo de Cádiz volvió a ser todo un éxito. La organización consiguió congregar a 190.000 personas, algo menos que en 2009. El espectáculo comenzó con puntialidad inglesa, de manera que a las 12.00 horas, ya se podía contemplar al helicóptero SAR dibujando el cielo de Cádiz. La nave consiguió realizar un rescate del agua en menos de dos minuto, arrancando el aplauso de los gaditanos congregados en La Victoria.

Al ver pasar tantos aviones, el efecto óptico jugó para muchos malas pasadas, tanto que a veces los pájaros llegaron a parecer aeronaves. Y es que, a pesar de que el espectáculo tuvo una programación muy similar a la del primer año (faltó la Patrulla Águila), se consiguió mantener expectante al público.

Una de los puntos fuertes fue la demostración del veterano piloto, Ramón Alonso. El conductor de la aernave subía hasta perderse en el cielo y una vez en lo alto parecía como si parara el motor del avión y éste empezara a descender por su propio peso. De pronto, aceleraba el motor y volvía a alzar el vuelo.

La Patrulla Jacob fue la encargada de dibujar el cielo de Cádiz, corazones, rizos, palmeras... todo un espectáculo acrobático que requiere muchos años de preparación.

El Canadair Contraincendios volvió a mostrar a los gaditanos sus dotes para sofocar el fuego. Antes de la aparición de éste, la Red Antimilitarista y Noviolenta de Andalucía (RANA) saltó a la playa de La Victoria con pancartas denunciando que esos aviones “se han construido para la guerra y para matar”. Poco después, el grupo desapareció, mientras el espectáculo continuaba conforme a lo previsto.

El III Festival Aéreo se saldó con un balance “muy positivo”, porque el comportamiento del público fue excelente y la asistencia escalonada, yendo a más a medida que avanzaba la demostración.

Teófila Martínez destacó la importancia de la afluencia de personas a mediados de septiembre, cuando ya prácticamente se ha acabado la temporada de playas. El Ayuntamiento de Cádiz suele invertir en este evento unos 20.000 euros, más los 80.000 aportados por los patrocinadores.

La alcaldesa manifestó que “el evento ha sido un éxito y es muy bueno para los locales comerciales de la ciudad, además permite que Cádiz se llene de visitantes”. Así, fuentes del Consistorio han informado de que “todo ha transcurrido sin incidencias”.

En esta edición participaron la Patrulla Aspa, el campeón del mundo en acrobacia, Ramón Alonso, y la Patrulla Acrobática Paracaidista del Ejército del Aire. El III Festival Aéreo se celebró de 12.00 a 14.30 horas y la Armada Española participó con un Harrier y un helicóptero SH 60, además de haber permitido la utilización de la Base Naval de Rota para los preparativos del festival.

La participación de la Patrulla Aspa ha sido una novedad de esta edición, siendo ésta la Patrulla de Helicópteros del Ejército del Aire Español, constituida por cinco helicópteros Eurocopter EC-120 Colibrí, pilotados por instructores de la Escuela de Helicópteros para las Fuerzas Armadas que el Ejército del Aire tiene en la Base Aérea de Armilla, en Granada.

El Consistorio gaditano detalló que esta patrulla ha realizado “espectaculares” maniobras como la caída en barrena, en la que el Eurocopter Colibrí es capaz de situarse en una vertical de 90 grados respecto a la tierra y levantar el vuelo.

Asimismo, resaltaron el “enorme despliegue” que supone la organización de este evento, que, entre otras, incluye tareas de seguridad, así como de limpieza, tráfico y transporte. De esta manera Cádiz cierra el verano de 2010 con un festival que poco a poco se va consolidando en la ciudad y que sigue siendo uno de los principales atractivos del mes de septiembre. A esto hay que sumar la exposición de fondos de museo de aeronáutica con maquetas y motores que ha podido ser visitada durante los días pasados en El Corte Inglés.

Para el balance de los bares y restaurantes de la zona aún es pronto. No obstante, a la terminación del espectáculo, se pudo visualizar un Paseo Marítimo atestado de gaditanos, y las terrazas de los establecimientos llenas de personas consumiendo.

Los organizadores del Festival se despidieron hasta el año que viene, lo cual es una buena señal.