Francotiradores abatieron esta mañana al conductor de una furgoneta que inició la madrugada del viernes al sábado un tiroteo contra la comisaría de Policía de Dallas (Texas) sin causar víctimas mortales.
El sospechoso podría haber fallecido, según indicó en rueda de prensa el jefe de Policía de Dallas, David Brown.
La Policía de Dallas, que ha informado con extremo detalle sobre el suceso a través de Twitter, aseguró que tras más de cuatro horas sin mantener contacto verbal dan al sospechoso por muerto.
No obstante, los equipo especiales de la Policía de Dallas y del Buró Federal de Investigación (FBI) están extremando la precaución por el temor a que el vehículo utilizado en el ataque, una furgoneta modificada con blindajes, tenga trampas explosivas.
Al menos un individuo armado irrumpió a tiros en la comisaría de policía de la ciudad tejana de Dallas poco después de la medianoche.
Brown aseguró que ningún agente resultó muerto o herido, pero el tiroteo dejó impactos de bala en vehículos patrulla y en el edificio de la comisaría policial, en el centro de la ciudad de Dallas.
En un principio las autoridades informaron de varios atacantes, pero esa confusión inicial pudo deberse a que el tirador se movió por varias zonas alrededor de la comisaría realizando disparos.
La investigación se centra en un hombre de raza blanca que durante la persecución posterior y el intento de negociación se identificó como James Boulware, una persona que ya había sido detenida por las autoridades en el pasado.
El jefe de Policía de Dallas dijo que hasta que no puedan obtener huellas dactilares del sospechoso no pueden confirmar sin dar lugar a dudas la identidad del atacante.
Tras una espectacular persecución policial, el tirador se atrincheró en un aparcamiento de la ciudad cercana de Hutchins, donde se inició un proceso de negociación que no mostró avances, por lo que se decidió que un francotirador abatiera al sospechoso.
El atacante aseguró que tenía explosivo plástico C4 y realizó amenazas contra los agentes, lo que, según Brown, era prueba de que su intención era matar a agentes.
Al menos dos artefactoss fueron hallados en las cercanías de la comisaría de policía, uno de los cuales explotó al entrar en contacto con un robot de los artificieros y el otro fue desactivado