Vincent Valade tenía 20 años cuando en 2005 abrió el sitio Emule Paradise que durante los dos años que estuvo activo permitió que se descargaran 7.113 películas de reciente aparición en los cines galos e, incluso, no estrenadas, según la acusación.
Gracias a la publicidad que había en la web, que llegó a registrar más de 320.000 conexiones diarias, el joven residente en las afueras de París amasó 416.000 euros en dos años, un dinero que tiene guardado en cuentas
de Chipre y Belice, agregan los acusadores.
Pero más que los beneficios económicos, los productores cinematográficos que actúan como parte civil en el caso prefieren considerarlo como un símbolo de la lucha contra la gratuidad de las descargas de contenidos sujetos a derechos de autor.
El Sindicato de la Edición de Vídeo, por su parte, reclama a Valade 6 millones de euros por daños y perjuicios, mientras que el creador del sitio puede recibir una multa de unos 300.000 euros.
También se sientan en el banquillo los responsables de la empresa de publicida.