Desde esta campaña, toda la superficie de la viña El Majuelo, unas 200 hectáreas, que
Bodegas Fundador posee en el Pago de Macharnudo, va a ser controlada con “Técnicas de
Confusión Sexual” para la Polilla del Racimo (Lobesia Botrana).
Bodegas Fundador, posee desde el año 2004 el Certificado ISO14001 de Medioambiente,
norma que exige un control y plan de mejora continua que le ha permitido alcanzar nuevos
progresos medio ambientales en todas las áreas de la compañía, y en especial en sus viñedos.
Algunas mejoras significativas en la viña han consistido en evitar la quema de material de
poda, reducción del uso de herbicidas y empleo de “Técnicas de Confusión Sexual” (TCS).
Estas acciones forman parte del compromiso adquirido por Bodegas Fundador para
minimizar el impacto ambiental de su actividad en el medio ambiente y fomentar una gestión
ecológica del viñedo.
En concreto, la técnica de confusión sexual se usa para controlar la polilla del racimo (Lobesia
Botrana) que es una de las principales plagas del viñedo en el viejo mundo, especialmente
extendida en la Europa meridional. Fue detectada e identificada en Jerez partir de los años
60, cuando alcanzó especial virulencia. Los síntomas consistían en que los racimos, a partir
del envero, sufrían una fuerte pudrición provocada por el hongo Botrytis cinérea, pero el
causante realmente era un lepidóptero: la polilla del racimo. Cuando el ataque es
importante, los mostos procedentes de estas uvas pierden calidad y no son aptos para la
elaboración de vinos.
Como es habitual en el reino animal y vegetal, innumerables sustancias químicas o
feromonas sirven de vía de comunicación entre los seres vivos. En el caso de los insectos,
esta capacidad está altamente especializada, y en concreto en el ámbito sexual para
favorecer el encuentro entre los distintos sexos. Las hembras de la polilla emiten una
sustancia que atraen a los machos desde varios cientos de metros.
La técnica de confusión sexual usada por Bodegas Fundador para combatir esta enfermedad del
viñedo, consiste en difundir en el medio natural una feromona igual a la que emiten las hembras
para la atracción de los insectos macho. De esta manera, se consigue difundir y dificultar la
localización de ambos y por lo tanto evitar la reproducción de dichos insectos. Por lo tanto, se
trata de un método biotécnico inocuo y no contaminante del medio ambiente.
Este insecto en nuestra latitud, tiene unas condiciones magnificas para su multiplicación,
presentando generalmente 3 e incluso 4 generaciones al año, por lo que puede llegar a
ocasionar importantes daños en el viñedo. En cada generación la mariposa hembra, pone los
huevos de los que nacen las orugas que posteriormente se comen los racimos y generan una
crisálida que dará lugar nuevamente a una nueva mariposa.
En la primera generación la mariposa pone los huevos en las brácteas de los incipientes
racimos. En segunda generación en los granos de uva ya conformados, y en tercera
generación en los granos de uva ya comenzando a madurar. En este momento, se abre el
camino para que el temido hongo se instale definitivamente y pueda provocar la pudrición
(Botrytis cinérea) de la vid.
Los difusores impregnados con la feromona, se colocan manualmente en los sarmientos del
viñedo a partir del mes de marzo, y a partir de ese momento comienzan a emitir dicha sustancia
hasta final del ciclo.
Aunque desde el año 1993 se viene utilizando en Jerez con buenos resultados, la superficie en
el marco bajo este tratamiento se ha reducido considerablemente debido a su elevado coste.
Sin embargo, desde hace algunos años Bodegas Fundador ha ido incrementando la superficie
hasta que, en esta campaña de 2017, todo su viñedo de Macharnudo estará protegido de esta
plaga tan temida bajo esta técnica inocua y ecológica.
